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Museum professional, lover of all collections work, former collections manager of the TECHNOSEUM in Mannheim, Germany. Now Professional Services Specialist for Gallery Systems. Independent museum professional. Cat wrangler and #SciFi enthusiast. Views are my own. Of course, they are. I can't make anybody responsible for the garbage my brain produces!

Falso Real: Noticias de “Art and Craft”

Hola Trekkers!

The discerning eye - Matt Leininger uncovering Landis

El ojo sagaz- Matt Leininger descubriendo a Landis en la nueva película

Aquí el Detective del Arte saludándoos en una fría mañana de domingo en Cincinnati, Ohio. “Art and Craft” (artandcraftfilm.com) ha ido muy bien aquí en los Estados Unidos. Estrenándose en nuevas ciudades cada viernes desde el 19 de septiembre, “Art and Craft” llega a Cincinnati este viernes 24 al Mariemont Theatre. Yo estaré en una sesión de preguntas y respuestas, después de la sesión de las 7:30 p.m, el 24 y 25 de octubre. Si no puedes ver la película en cines, ahora puedes reservar “Art and Craft” en iTunes (https://itunes.apple.com/us/movie/art-and-craft/id917816859?ign-mpt=uo%3D4).

También quería compartir este blog del Instituto Americano para la Conservación (http://www.conservators-converse.org/2014/10/the-movie-art-and-craft-a-conservators-perspective/). ¡Un post muy bien pensado por parte del bloguero!

Os mantendré informados sobre cualquier nuevo hallazgo de Mark Augustus Landis, estando ya en el séptimo año que le doy seguimiento.

Como siempre, hablamos pronto y seguid Trekking.

Matt

Matt está ahora también en Twitter. Seguidle: @artsleuth2008

Pájaros en las colecciones

One single bird can keep a registrar occupied for quite a while.(c) Hans Bleh http://www.highspeedfotografie.de/

Un solo pájaro puede tener ocupado a un registrador durante un buen rato.
(c) Hans Bleh http://www.highspeedfotografie.de/

Últimamente hemos hablado sobre #registrardreams [#sueñosderegistradores], y tengo uno especial: desearía que, por una vez, cuando aparezca mi director me encuentre bien arreglada, con la ropa de trabajo limpia, la mesa ordenada e informándole de que “no hay incidentes importantes”. Por desgracia, esto no ha ocurrido nunca en los últimos 10 años. Siempre que me lo encuentro hay alguna razón para que yo vaya toda sucia, manchada de polvo y/o aceite de máquinas y algunos compañeros juran que una vez hasta le dije que se diera prisa porque tenía trabajo que hacer. Sea como sea, realmente me alegro de que no apareciera el otro día cuando yo estaba corriendo arriba y abajo por el almacén, enarbolando una escoba y gritando, intentando hacer salir a un pájaro del recinto. No solo me comporté como una idiota, también parecía una obra de arte contemporáneo hecha con telas de araña, porque el pájaro volaba hacia los rincones más recónditos que no han visto una escoba en siglos. Ahí plantada, mirando al pájaro que sistemáticamente ignoraba la puerta abierta de par en par, me pregunté si era la única responsable de colecciones del mundo a la que le estaba haciendo burla un pájaro, y si podría hacerlo mejor.

Obviamente, si te preguntas a ti mismo las respuestas son limitadas, así que pregunté a los colegas de la “RCAAM listserv” [lista de distribución del Registrars Committee of the American Alliance of Museums]. Recibí un montón de consejos esclarecedores es y algunas historias geniales sobre pájaros en colecciones. Así que ahora puedo facilitaros una guía sobre cómo manejar pájaros en colecciones, paso a paso (claro está, si no están muertos y naturalizados):

  1. Cierra todas las puertas interiores que den al espacio donde está el pájaro.
  2. Abre todas las puertas y ventanas que den al exterior.
  3. Apaga las luces de la estancia, de modo que las vías de salida estén iluminadas para el pájaro.
  4. Da palmadas, agita escobas, grita, compórtate como un idiota, haz de todo para ahuyentar al pájaro hacia las salidas. Cuanto más alta sea la ventana/puerta, más probable será que el pájaro salga por ella.
  5. Cuando el pájaro se haya ido, cierra todas las puertas y ventanas.
  6. Busca agujeros por los que el pájaro haya podido entrar y séllalos (tal como dijo Elizabeth Alberdingput: “A menos que puedas sellar tu edificio, estás cerca de convertirte en ‘la mujer que susurraba a los pájaros’ de tu museo”).

Kara Vetter apuntó que hay dispositivos sonoros ahuyentadores que se pueden instalar cerca de las puertas, si es por ellas por las que entran.

Anne T. Lane aportó una historia realmente propia de MacGyver:

It's a good idea to inform the colleagues with a sign.

Si cerraste la puerta de una sala porque hay un pájaro dentro siempre es buena idea informar a tus compañeros.

“Tuvimos este problema en un edificio muy abierto en el que trabajé, donde no había modo de aislar las distintas plantas. No llegaron a entrar en el almacén de colecciones, pero sí pudieron hacerlo en grietas alrededor de las ventanas en la parte alta del nivel de entreplanta, y ahí se debilitaban y morían. Una vez atrapamos a uno fabricando una especie de salabre con un aro de alambre, el mango de una escoba y una lámina ligera de plástico. Ah, y cinta adhesiva azul. Mi compañero del registro se subió a una escalera alta en una de las rotondas y lo agitó vigorosamente hacia el pájaro –yo estaba horrorizada de pensar que pudiera tirarse a sí mismo de la escalera con uno de esos movimientos y caer en el suelo de baldosas–. Pero vaya si cogió al pobre animal. Lo llevé fuera, lo solté y se fue volando.”

No un pájaro, sino un murciélago, estuvo burlándose de Janice Klein cuando fue directora de un pequeño museo:

“El museo era un espacio totalmente abierto y (aparte de los aseos) my oficina era el único espacio con una puerta, de modo que cuando un pequeño murciélago marrón apareció a última hora de una tarde cuando los demás ya se habían marchado a casa, fue en ese espacio donde tuve que perseguirlo. Una vez que le tuve en la sala, entró en pánico y comenzó a hacer ruidos de eco localización (y sinceramente, yo también emití algunos grititos, ya que no sabía nada sobre murciélagos).Conseguí atraparlo bajo la parte superior de una caja, pero no sabía qué paso dar después. Fuera hacía un frío helador, lo que fue probablemente la razón para que encontrara un modo de entrar en el agradable edificio calentito, así que no quería echarlo sin más. Llamé a uno de los miembros del consejo (siempre viene bien que un miembro del consejo sea un amante de la naturaleza dispuesto a acoger criaturas salvajes en su sótano) y mientras esperábamos, finalmente me di cuenta de por qué se había disparado uno de los volumétricos la noche anterior.”

Y Suzanne Quigley aportó consejos prácticos sobre qué hacer si tienes problemas con los pájaros carpinteros:

Of course, there are birds in collections that are not an issue.

Por supuesto, en las colecciones hay pájaros que no suponen un problema.

“Yo también estoy en una zona rural (un reciente cambio de estilo de vida). Después de haber vivido siempre en grandes ciudades, he tenido que aprender mucho. Pero entre lo relevante para este hilo he aprendido algo acerca de los pájaros carpinteros. Esto se ha convertido en algo importante, porque vivo en una casa revestida de madera. Una vez que averiguamos qué era ese ruido horrible que oíamos, y que vimos lo que esos pequeños demonios estaban haciéndole al lateral de la casa, fue la guerra. Ganamos la batalla de un modo bastante raro pero divertido. Nadie lo advierte (porque no están pendientes de buscarlo), pero repartidas alrededor del exterior, en puntos más o menos discretos, hemos clavado (con tachuelas claras) aproximadamente una docena de cintas de Mylar® plateadas, brillantes (del tipo de las que se usan para envolver regalos), rizadas con el borde de unas tijeras, de unas 10 pulgadas [aprox. 24,4 cm] de longitud. Esto lo hicimos hace tres años ¡y no ha habido más pájaros carpinteros!”

El caso es que aprendí mucho más de lo que esperaba. Doy las gracias a Kara Vetter, Anne Lane, Elizabeth Alberding, Julie Blood, Janice Klein y Suzanne Quigley por sus respuestas y a Maria O’Malley por convencerme de escribir una entrada sobre ello para Registrador Trek.

Ah, por cierto, finalmente conseguí sacar a ese pequeño amigo fuera de mi almacén, asegurando a mi compañero de guardia un buen descanso nocturno. Perseguir un pájaro es una cosa, pero que te llamen en mitad de la noche porque la alarma de intrusión se ha disparado es mucho, mucho peor.

Traducción al español desde el inglés: Lucía Villarreal

Conferencia Europea de Registros 2014: Evaluación de riesgos en los procesos de préstamo

Niin metsä vastaa kuin sinne huudetaan.

El bosque responde del mismo modo en que le gritas.
(Proverbio finlandés)

Después de la comida hubo que hacer otra elección difícil: “Assesing Risk in Lending and Borrowing” [“Evaluar riesgos cuando se hacen y se reciben préstamos”] o “Shipping Challenges” [“Retos de los transportes”]. Podría pasar horas hablando acerca de retos asociados a transportes en un Museo de Ciencia y Tecnología, pero se referirían sobre todo a mi propia institución, así que escogí hacer y recibir préstamos.

“Quedo a la espera de tus noticias”: Kate Parsons, Head of Collections Management [Jefe de Gestión de Colecciones] en Tate, Reino Unido y Jane Knowles, Head of Exhibitions [Jefe de Exposiciones], Chair [Presidenta] del UK Registrars Group, presentaron un supuesto de gestión de un préstamo.

Comenzaron con un repaso breve de la historia de la evaluación de riesgos en los procesos de préstamo, con algunos hallazgos hilarantes sobre transportes de obras de arte:

venue

handling valuable pictures

En términos generales, hay tres tipos de riesgos referidos a los préstamos:

1) Financieros
2) Riesgos logísticos
3) Riesgos relativos a la conservación-investigación y éticos

Todos los riesgos deben ser valorados tan pronto como sea posible. Para mostrar cómo hacerlo, Kate y Jane presentaron una situación: la Royal Academy quiere solicitar a la Tate varias obras en préstamo. Asumiendo los papeles de prestador (Kate) y prestatario (Jane), mostraron cómo se desarrolla el proceso de préstamo, cómo ambas partes hacen una valoración continua de riesgos y cómo la comunicación es fundamental.

Como ocurre en tantos procesos de préstamo, el de este supuesto no fue fluido. Por ejemplo, el prestatario envía los gráficos de condiciones ambientales de una de las salas de exposiciones, que tiene este aspecto:

graph

¿Estas condiciones son apropiadas para una escultura de alabastro? Bueno, incluso siendo muy considerados con el prestatario, no… Tienen que buscar una sala alternativa para exponer esta pieza y hay razones para preocuparse debido su peso y a problemas para su transporte. Respecto a otra obra, el prestatario finalmente decide retirar su solicitud de préstamo. El prestador ya ha invertido tiempo en intervenciones de conservación, de modo que envía una factura por estos costes, que por supuesto el prestatario no esperaba y por tanto no había tenido en cuenta en su presupuesto. Y así seguía, aunque al final llegaban a un acuerdo satisfactorio para ambas partes y fueron felices para siempre…

¡Vaya, cuánto me gustaría que todas las peticiones de préstamo y los procedimientos se manejaran de forma tan respetuosa, educada y profesional como en este supuesto! Eso sí es actuar pensando en las obras de arte, en las instituciones y, por supuesto, en los colegas implicados. En resumen: prestador y prestatario deberían trabajar juntos de verdad, y discutir los riesgos de manera abierta y profesional. Eso es una buena valoración de riesgos.

Después siguió Eva-Lena Bergström, con “Lending and Borrowing – Calculating Risks” [“Prestar y recibir préstamos – Calculando los riesgos”]. Hizo un repaso del desarrollo histórico de la evaluación de riesgos asociados a préstamos, y en particular del desarrollo de programas de garantía del estado. Algunos de los datos y cifras que recuerdo (o pude buscar en mis notas):

– En 2009, 22 de 30 países europeos tenían un programa de garantía del estado.
– Desde entonces, se han cubierto 2.296 exposiciones con garantía del estado y se han registrado 16 casos de daños/pérdidas, por un número total de al menos 100.000 objetos (un 0,016 %).
– Sólo 2 de las 84 instituciones que participaron en el estudio llevado a cabo por Eva no llevaban a cabo ningún tipo de valoración de riesgos.

Esto vino seguido de un análisis en profundidad de los datos del cuestionario que se remitió a los delegados de la Conferencia Europea de Registros 2014 para que lo completaran antes de la conferencia (y que se espera que se publique en breve).

La siguiente mesa redonda enseguida pasó a centrarse en el hecho de que algunos contratos de préstamo incluyen un apartado según el cual el prestatario puede ser considerado responsable de daños que puedan hacerse visibles hasta 6 meses después del préstamo. Este apartado aparentemente impone al prestatario un riesgo inasumible. Pero un delegado alemán destacó que puede que haya un malentendido al respecto: de acuerdo con la ley alemana (según lo que entendí; no soy abogada) la reclamación de indemnización por un daño ocurrido durante el período de préstamo debe hacerse inmediatamente después del retorno de la obra. Esto hace imposible presentar reclamaciones por daños “ocultos” que, aunque se hagan visibles poco tiempo después de la devolución de la obra, estén evidentemente causados por las condiciones de esta durante el período de préstamo. Por tanto, los acuerdos de préstamo alemanes a menudo incluyen este apartado que extiende el plazo para reaccionar hasta 6 meses después del préstamo.

Quedó claro que el lenguaje de los contratos debe ser claro y que no es aceptable asumir riesgos no asegurables. Prestar y recibir préstamos es una de las principales responsabilidades de los museos, y los prestadores deben aceptar que hacer un préstamo conlleva ciertos riesgos que no pueden ser trasladados enteramente al prestatario.

Traducción al español desde el inglés: Lucía Villarreal

This post is also available in Italian, translated by Silvia Telmon.

Gel de sílice: no es mágico, es física

En ocasiones me topo con suposiciones erróneas acerca de cómo funciona el gel de sílice. Una de ellas es que el gel de sílice introducido en una vitrina absorbe agua hasta que agota su capacidad de absorción, o bien hasta que el interior de la vitrina alcanza el 0% de HR; lo cual no es cierto.

Probablemente lo que sea más útil saber es que las leyes de la física que rigen el modo en que funciona el gel de sílice son las mismas que rigen el comportamiento del papel, la piel, la madera, las fotografías y tantas otras cosas que se encuentran en museos. ¿Qué ocurre cuando introduces una pieza de papel en un nuevo ambiente? Dependiendo de las condiciones en las que el papel estuviera almacenado previamente, perderá o ganará humedad hasta que alcance un cierto equilibrio con ese nuevo ambiente. Si elevamos la HR, el papel absorberá más agua hasta que vuelva a alcanzar un equilibrio. De modo similar, si bajamos la HR el papel perderá humedad hasta que alcance un equilibrio con ese nuevo ambiente.

Así pues, se trata del equilibrio entre el agua que contiene el objeto y el vapor de agua contenido en el aire que rodea al objeto. Un último pequeño detalle es que en todos estos materiales “secos” el agua es aDsorbida (con “d”) y no aBsorbida (con “b”). Cuando hay aBsorción, el absorbato queda contenido en el cuerpo de aquello que lo absorbe. Al empapar una esponja en agua, si pudiéramos hacerle un corte transversal sin que el agua se escapara veríamos agujeros grandes y pequeños llenos de agua. Este es un evento que ocurre también a relativa gran escala. Cuando hay aDsorción, cada una de las moléculas del material adsorbido queda pegada a las moléculas de la superficie del adsorbente, como pequeños imanes de nevera. Se mantienen ahí con relativa facilidad, y se desprenden con relativa facilidad.

Se considera que los gases adsorbidos se encuentran en fase de condensación. Los estados de condensación más comunes del agua son el líquido y el hielo. De modo que lo que tenemos es un equilibro de estados entre la fase adsorbida y la fase vapor.

Con toda probabilidad queremos mantener una determinada HR, de modo que acondicionaremos el gel de sílice a la HR deseada. Introduciremos el gel de sílice en la vitrina y si las condiciones de esta y el gel de sílice están en equilibrio, no ocurrirá nada. Si no están en equilibrio, entonces el gel de sílice, como hace el papel, adsorberá o desorberá agua hasta alcanzar un equilibrio. Esto sigue el principio de Le Chatelier, según el cual si un sistema está en equilibrio e introducimos un cambio en él (en nuestro caso cambiaríamos la HR, la temperatura o la presión atmosférica), el equilibrio se desplazará en la dirección opuesta a la del cambio impuesto. De modo que si la HR de la vitrina desciende, el gel de sílice desorberá agua y la HR volverá a subir (aunque no llegará al punto en el que estaba previamente). Si quieres, puedes ponerte la bata de laboratorio y las gafas de seguridad y decirle a la gente que está obedeciendo la primera ley de la termodinámica: la conservación de la energía.

-Doug

Douglas Nishimura
Image Permanence Institute
Rochester institute of Technology

Traducción al español desde el inglés: Lucía Villarreal

Este post también se encuentra disponible en francés, traducido por Aurore Tisserand.

Conferencia Europea de Registros 2014: La seguridad importa

Älä laita kaikkia munia samaan koriin.

No se deben poner todos los huevos en la misma cesta
[proverbio finlandés]

Tras las introducciones y la primera sesión “But is it art?” [“¿Pero eso es arte?”] a cargo de Daniel Birnbaum, hubo sesiones paralelas: “Security matters” [“La seguridad importa/Asuntos de Seguridad”] y “Couriering 101” [“Correos 101”]. Como en mi museo apenas hacemos de correo, escogí seguridad.

La de Tygve Lauritzen, Head of Security and Operations [Jefe de Seguridad y Operaciones] en el Munchmuseet de Noruega, fue quizá la presentación más impactante. Incluyó consejos prácticos de seguridad para transportes, así como algunas advertencias generales.

Lo que más nos impresionó a la mayor parte de nosotros fue un mapa en el que se mostraban los ataques a camiones en Europa (en verde el número menor, en rojo el mayor):

Tygve Lauritzen on the risk of road transportation

Tygve Lauritzen hablando sobre el riesgo del transporte por carretera (via twitter @ERC2014)

De hecho, el arte que se transporta por carretera está expuesto a un riesgo 1000 veces mayor que el que se transporta por vía aérea –lo cual tiene su lógica pero también asusta–. Una de las ideas que nos transmitió Tygve fue la de reconsiderar el envío de correos con estos transportes terrestres. Desde su punto de vista, el riesgo al que sometes a tu bien más preciado –la vida de tus colegas de trabajo– es mucho mayor que el beneficio. ¿Qué puede hacer el correo si el camión está ardiendo? ¿Qué puede hacer si el camión es retenido y secuestrado por falsos policías?

Transportar arte por carretera es un riesgo en sí mismo que puede reducirse, aunque no evitarse, con una buena organización. Algunas de las recomendaciones fueron:

  • Planificar el traslado con antelación, incluyendo paradas, posibilidades de estacionamiento seguro y rutas alternativas.
  • Proporcionar a los conductores todos los números de teléfono e indicaciones acerca de qué hacer y a quién llamar en según qué situaciones.
  • Proporcionar a los conductores tarjetas impresas con la indicación “No puedo abrir la ventana, por favor llame a nombre/número y escólteme hasta la comisaría más cercana. Se conocen muchos casos de camiones secuestrados por criminales vestidos como policías, y por su seguridad los conductores no deberían abrir las ventanas. La policía real no tiene ningún problema para escoltar un camión hasta la comisaría más próxima.
  • Los precintos electrónicos que solamente muestran un cierto código si no han sido abiertos durante el transporte son un buen método para comprobar si algo fue mal durante el viaje.

Teniendo en cuenta el riesgo de que algo pueda ocurrir en carretera, definir un límite de valor por camión es lo lógico. Esto es fácil sobre el papel, pero la clave está en poner en práctica esta política en todas las circunstancias.

Tygve enfatizó que es importante que, como registradores, nos pongamos en “modo crimen futuro”. Actualmente el crimen organizado utiliza el arte como método de pago y no deberíamos infravalorar este riesgo. Debemos estar alerta respecto al hecho de que la información “de dentro” es muy valiosa para los criminales y estos tratan de conseguirla de forma muy activa. Preguntas aparentemente inocentes del tipo “¿Me puedes dar un listín telefónico de tu institución?” no lo son en absoluto. De hecho, si las respondes es como si abrieras una puerta trasera para los criminales. Comenzarán a investigar sobre estas personas para encontrar un punto débil, y lo encontrarán. Alguien que necesite dinero, alguien con problemas con el alcohol, alguien con problemas personales…

Pensar en “modo crimen futuro” también se aplica a la seguridad de los documentos. A menudo no somos conscientes de que la información que enviamos por correo electrónico o que llevamos en nuestros teléfonos o tabletas también son documentos. Estas son algunas de las recomendaciones de Tygve:

  • Proteger con clave todos los documentos antes de enviarlos por correo electrónico. Ser conscientes de que los correos normales, no protegidos, son como una postal –es fácil espiar el contenido–. Nunca, nunca enviar documentos abiertos.
  • Suministrar la clave a quienes necesitan leer los documentos por teléfono, no por correo electrónico.
  • Dropbox no es un lugar seguro para almacenar documentos con información sensible.

En la siguiente sesión Simon Mears, Consultant for Security Risks and High Value Asset Protection [Asesor de Riesgos de Seguridad y Protección de Bienes de Alto Valor] en Dinamarca, nos presentó GRASP, el Global Risk Art Survey Program. Es un sistema creado por aseguradores como reacción a ciertos accidentes en los que se han visto envueltas obras de arte, como robos o incendios. Es una aproximación “holística” orientada a la evaluación de riesgos en todos los posibles campos de riesgo para una colección, incluyendo no sólo robos y catástrofes sino también daños por causas climatológicas.

Pascal Matthey speaking on risk aggregation

Pascal Matthey hablando sobre agregación de riesgos (via twitter @ERC2014)

El último ponente fue Pascal Matthey, Head of Speciality Risk Engineering [Jefe de Ingeniería de Riesgos Especializados] en XL Group, Suiza. Habló acerca de Gestión Holística [Integral] de Riesgos para Museos. Algunas de las ideas principales que recuerdo:

  • En la gestión integral de riesgos hay que tener en cuenta la Pérdida Máxima Probable [Maximum Foreseeable Loss, MFL por sus siglas en inglés] en un solo accidente. Es la Ley de Murphy en acción: se declara un incendio, los aspersores no funcionan, los bomberos llegan tarde… ¿A cuánto asciende la pérdida máxima probable?
  • Ser conscientes de que el aseguramiento no tiene nada que ver con la gestión de riesgos –el dinero no hace que se recupere el arte perdido, ni devuelve la reputación tras un robo.
  • Una buena manera de abordar la gestión integral de riesgos es hacer un cálculo de riesgos agregados, a fin de evaluar las distintas partes del museo en lugar de definir la Pérdida Máxima Probable con relación a la pérdida de toda la colección, que es algo muy improbable. Esto también ayudará a mantener las primas de seguro en niveles razonables.
  • Ejemplo: el riesgo más elevado en tus salas puede ser el de robo e incendio, de modo que aquí tratarás de reducir los riesgos mediante medidas organizativas (es decir, hacer todo lo posible para que un ladrón tenga que emplear mucho tiempo para robar y abandonar el edificio, de modo que la policía tenga posibilidad de atraparlo mientras aún no ha salido de él) y asegurarás la Pérdida Máxima Probable en casos de incendio y robo. Si tu almacén está en el sótano, aquí el riesgo de incendio podría ser bajo, pero asegurarás la Pérdida Máxima Probable para daños por inundación.

Como podéis imaginaros, tuvimos bastante alimento para pensar y hablar durante la pausa de comida que vino a continuación…

Traducción al español desde el inglés: Lucía Villarreal

FALSO Real: Art and Craft, la película

¡Hola, colegas registradores!

The discerning eye - Matt Leininger uncovering Landis

The discerning eye – Matt Leininger uncovering Landis in the new film.

Ya ha pasado un tiempo pero no me he olvidado de vosotros y espero que el 2014 esté siendo un año afortunado en vuestro trabajo y en vuestras vidas. ¡Y esto lo digo con total sinceridad! Todo está tranquilo en el frente de Landis pero no durante mucho tiempo. El próximo mes saldrá Art and Craft, la película que ha estado en fase de producción durante más de tres años, de la directora ganadora de un Emmy Jennifer Grausman y del director nominado al Oscar Sam Cullman. Art and Craft tendrá su estreno mundial en el Festival de Cine de Tribeca, en Chelsea, Nueva York, el 17 de abril. Mi mujer y yo estaremos allí para la proyección y con suerte podré continuar instruyendo a la gente no solamente sobre Landis, sino también para que desarrolléis ese ojo sagaz y os toméis el tiempo necesario en ser cuidadosos con vuestro trabajo de manera que estéis seguros de que no ha habido engaño. Digo esto no sólo para comunicaros que vuestro puesto como registradores es importante, sino porque esta puede haber sido una de las decisiones más importantes que habéis tomado. Para empezar, por qué fui yo quien descubrió y desenmascaró a Landis cuando sois muchos por ahí a los que les podía haber tocado esta tarea, no lo sé. Lo que sí sé es que hice mi trabajo, lo hice bien y ahora tengo el privilegio de mantener informados a mis colegas y de estar en contacto con ellos tanto como mis horarios me permiten. Sé que estáis todos muy ocupados pero echad un vistazo a los enlaces de este post, y que sigáis bien, con fuerza y felices, que el descanso ya vendrá en su debido momento.

Seguid con ilusión y hasta pronto.

Matt

http://artandcraftfilm.com/

https://tribecafilminstitute.org/films/detail/art_and_craft

http://tribecafilm.com/filmguide/53208aa9c07f5df7d200065d-art-and-craft

Traducción al español desde el inglés: Salvador Martinez.

Este post también se encuentra disponible en Francés, traducido por Kelsey Brow

¡Tócala otra vez, registrador!

¿Alguna vez os habéis preguntado cómo sería hacer otra vez la misma exposición? ¿Las oportunidades para evitar errores hacen que la cosa sea diferente o mejor? Pues esa es más o menos la situación en la que nos hemos encontrado hace poco.
 
Cómo empezó todo

TECHNOSEUM, imagen Klaus Luginsland

Montaje de la exposición "La Colección: 1001 objetos para escuchar y mirar"
TECHNOSEUM, imagen Klaus Luginsland

En 2010 fue necesario tomar medidas para la organización en el edificio del museo que se comieron gran parte del presupuesto. Pero, por supuesto, nuestros visitantes querían poder ver algo igualmente. Sin dinero, sin personal, sin tiempo ¿había una solución? Sí que la había. ¡Seguíamos teniendo nuestras colecciones! Costes de transporte mínimos, sin gastos de correos, sin problemas de aseguramiento. Si nos limitábamos a usar las estructuras de almacenamiento como vitrinas de exposición y el material de archivo para las presentaciones no necesitaríamos apenas diseño y después podríamos reutilizar los materiales. Cuanto más lo pensábamos más nos gustaba la idea. Y como extra, tendríamos ocasión de revisar una gran parte de nuestra colección, corregir entradas en la base de datos, incluso quizá recuperar algunos de los objetos con “localización desconocida” y resolver algún “encontrado en las colecciones”. Para hacer corta esta larga historia, en 2011 abrimos “Die Sammlung: 1001 Objekt zum Hören und Sehen” (“La Colección: 1001 objetos para escuchar y mirar”), una presentación de nuestras colecciones de radios, sets de televisión, tocadiscos, proyectores, cámaras, grabadoras de cintas, grabadoras de vídeo… ¡A nuestros visitantes les encantó!

Así que, como os podéis imaginar, cuando estuvo claro que repetiríamos la exposición usando nuestra colección de aparatos domésticos estábamos todos entusiasmados. Y si el espíritu del equipo durante la preparación de la primera exposición de objetos de la colección fue como conducir el barco de una expedición hacia la Inmensidad Desconocida, en esta ocasión fue como un partido de fútbol contra nuestros antiguos yos: queríamos hacerlo más grande, mejor y más colorido que la primera vez.

Größer, besser, bunter: Die Sammlung 2. Foto: Bernd Kießling

Más grande, mejor y más colorido: La Colección 2.
Foto: Bernd Kießling


 

Espíritu de superación: derecha o izquierda – mi posición

Sabíamos qué funcionó bien en la última ocasión y por tanto teníamos un mapa para guiarnos. Pero en lugar de seguirlo de un modo servil, con la actitud del “así lo hemos hecho siempre”, lo seguimos con espíritu de mejora.

Arbeit an Bestückungsregal im Depot, 2 Teams arbeiteten auf gegenüberliegenden Seiten

Trabajando en la estructura de prueba en la zona de almacenaje: 2 equipos trabajaron en los distintos lados.

Por ejemplo, la primera vez habíamos hecho pruebas previas de disposición de los objetos en las estanterías. Teníamos una estructura similar a las que había en la exposición montada en la zona de almacenaje, de modo que podíamos probar a organizar los objetos hasta encontrar la disposición que nos pareciera mejor. Invertir tiempo en esta tarea durante la preparación reduce el estrés durante el proceso de montaje. Además, así no es importante quién hace el montaje final. Las posiciones en las estructuras están claras, de modo que cualquiera con experiencia en el manejo de objetos puede hacerlo sin tener que emplear tiempo en pensar en la disposición perfecta.

Una vez que los objetos estuvieron colocados les dimos números de posición en sus estantes. La primera vez usamos indicaciones, de modo que nuestras listas de embalajes tenían este aspecto:

Número de inventario, nombre de objeto, número de estructura, número de estante, izquierda

Si bien esto había funcionado bastante bien, hicimos algunas observaciones:

• La localización mediante términos como izquierda y derecha puede resultar clara sobre el papel, pero si en tu equipo hay personas que a veces confunden la derecha y la izquierda (como yo misma), es probable que haya errores de localización.
• Izquierda, medio y derecha funcionan bien si solo tienes tres radios en el estante. Puedes trabajar con más objetos inventando términos como “el más exterior a la izquierda” o “centro-izquierda”. Esto suena cautivador pero poco práctico.

Así que lo cambiamos por números de posición empezando por el 1, numerando de izquierda a derecha. Ahora nuestras listas de embalajes tenían este aspecto:

Número de inventario, nombre de objeto, número de estructura, número de estante, Pos. (por “posición número”) 3

Example: packing list with picture

Ejemplo: lista de embalaje

Por la misma razón decidimos dar un paso más en la preparación. La primera vez habíamos anotado las posiciones en el estante solo en la base de datos. En esta ocasión hicimos fotos de cada una de las disposiciones de objetos en el estante y escribimos los números de posición. Adjuntamos la foto a todas las listas de embalaje. Ahora, cualquiera que colocara los objetos durante el montaje podría utilizar la foto como referencia.

Esto ha sido solo un ejemplo de las muchas cosas que mejoramos durante la preparación.
 
Una segunda vuelta de perfeccionamiento

Todos estuvimos trabajando en “modo mejora” durante la preparación y seguimos haciéndolo durante el montaje. Encontramos varias cosas que podríamos hacer mejor la próxima vez.

Por ejemplo, después de que hubiéramos puesto las cartelas retiramos las tarjetas de inventario y las guardamos. La primera vez las habíamos guardado todas en una caja, ordenándolas por número de inventario para que pudieran localizarse rápidamente una vez que uno sabía qué número de inventario debía buscar.
De pronto, nuestro alumno ayudante dijo “un momento, ¿no sería mejor reunirlas y almacenarlas por número de estructura y estante?”

Das "Pakenis-Manöver"

"La maniobra Pakenis"

Discutimos la idea brevemente, la aprobamos, y lo llamamos en su honor “La maniobra Pakenis”. Desde ese momento reunimos las etiquetas de inventario en bolsas con cierre de cremallera, una por cada estante, con el número de estructura y de estante anotado. Al desmontar la exposición cualquiera puede coger las bolsas de la estructura que tiene que embalar y ya dispone de las etiquetas de inventario correspondientes.

Otro ejemplo son las fotos de disposición de objetos. He descrito cómo las preparamos y seguro que os sonó bien, ¿verdad? Sí, eso pensaba. Estábamos muy orgullosos de la idea. Sin embargo, durante la preparación nos dimos cuenta de que era una buena idea pero no la mejor.

Adjuntamos una foto a cada lista de embalaje, lo cual no era necesario. En la mayor parte de las ocasiones simplemente cogimos la foto de la primera caja, la pusimos en el estante y la usamos como referencia. De modo que, en el futuro, podemos ahorrarnos el esfuerzo de imprimir la foto y adjuntarla a la lista de embalaje. Imprimiremos todas las fotos justo antes de la preparación y las colocaremos en los estantes correspondientes. Esto también permitirá ahorrar algo de papel y de tinta.

Tener los números de posición escritos en las fotos fue útil pero hacía necesario saltar constantemente de la foto a la lista de embalaje, porque tenías el número de inventario en el objeto y en la lista de embalaje pero no en la foto. Además esto generó confusión entre objetos de aspecto similar que estuvieran en un mismo estante. La próxima vez anotaremos también los números de inventario en la foto.

Blick auf eine Puppenküche...

Mirando una cocina para marionetas…


 
El arte de cometer errores

Una cosa de la que nos dimos cuenta durante la preparación y el montaje fue que cometimos errores que ya habíamos cometido la primera vez. No querer admitir los errores es humano. Cometer el mismo error dos veces es tonto. El principal error que cometimos la última vez fue no tomar notas de lo que no funcionó. Así que solo mejoramos aquello que recordábamos pero estuvimos abocados a repetir los errores que habíamos olvidado.

Ya que estábamos en “modo mejora”, decidimos que esta vez lo haríamos mejor. Cada vez que advertíamos algo que podríamos haber mejorado, alguien decía: “Parad. ¡Anotadlo!” Y lo hicimos. No importó que estuviéramos subidos a escaleras, limpiando cristal acrílico o poniendo cartelas; siempre hubo alguien para hacer una nota rápida de lo que habíamos advertido.

Poco tiempo después de que abriera la exposición nos sentamos, reunimos nuestras notas y comentamos otras cosas que recordáramos. Juntaremos todo en un solo documento, incluyendo las cosas que funcionaron y que sin duda repetiremos. Esto podrá servir como referencia para futuras exposiciones de colecciones propias, y aunque muchas de nuestras sugerencias sean muy específicas algunas podrían ser útiles también para otros proyectos.

...moment mal, ist das die Küche eines Registrars?

…un momento, ¿es la cocina de un registrador?


 
Nuestro marcador

El 19 de febrero abrimos “La Colección 2: el hogar eléctrico”. Podéis echar un vistazo a estos dos vídeos de la TV alemana:

http://www.rnf.de/mediathek/kategorie/themenserien/technoseum-mannheim/#.UwoZBYUnYyM

http://www.swr.de/swr4/bw/nachrichten/rhein-neckar/technoseum-in-mannheim-ausstellung-der-ungewoehnlichen-haushaltsgeraete/-/id=258328/did=12909124/nid=258328/m1pgqm/index.html

Galería de fotos de la exposición por Bernd Kießling

Galería de fotos de la exposición en 3D por Bernd Kießling (para verla correctamente son necesarias gafas 3D rojo-cian)

Einrichtung der Ausstellung "Die Sammlung 2: Der elektrische Haushalt"

Montaje de la exposición "La Colección 2: el hogar eléctrico"
Foto: Bernd Kießling

Dije que éramos como un equipo de fútbol jugando contra nuestros antiguos yos. Bien, ¿y cómo quedó el marcador?

  • Expusimos más objetos que la primera vez (1.750 contra 1.639, aunque el primer número incluye unos 300 objetos de archivo, mientras que esta exposición la constituyen casi enteramente objetos).
  • Colaboramos más estrechamente con nuestro departamento comercial, lo que ha resultado en más entradas de blogs, un árbol de Navidad decorado con electrodomésticos y un tweetup [un encuentro con gente conectada por Twitter] (#Sammlung2).
  • Nos fijamos en un número más amplio de grupos de objetos y así pudimos corregir más entradas en la base de datos.
  • En ambas ocasiones habíamos terminado lo básico del montaje algunos días antes de la inauguración, lo cual nos permitió mejorar algunas cosas más de forma inmediata.
  • Veremos si podemos mejorar las cifras de visitantes de la primera exposición, que fueron 14.400, más de lo previsto.

Pero no hay por qué parar aquí. Cuando se trata de hacer las cosas mejor no hay línea de meta. La próxima vez nuestro grito de guerra será de nuevo:

¡Venid a por nosotros!

P. S. Durante la preparación aprendimos muchas cosas (tales como: por qué comprobar los estantes antes de atornillar cristal acrílico en el frente) así que hay material para algunas historias más en Registrar Trek. ¡Estad atentos!

Traducción al español desde el inglés: Lucía Villarreal

Un Falso Real – Nota breve

Shhh… no se lo digáis a nadie (¡bueno sí, contadlo, por favor!), pero Matt está participando en un gran proyecto cinematográfico que arranca ahora:

https://www.kickstarter.com/projects/1041148411/art-and-craft-a-feature-documentary

Según Matt:

“No publico esto para que la gente aporte fondos para la película, sino para que puedan echar un vistazo a todas las trastadas de Landis y ser de los primeros en ver algo del filme y de sus creadores, ¡incluyéndome a mí! Como verán en la película cuando afirmo: ‘dio con el registrador equivocado’. Hasta pronto, Matt.”
Suena estupendo. ¡Por favor, echadle un vistazo!

Saludos,

Angela

Traducción al español desde el inglés: Salvador Martinez.

El “Trilema” de un registrador – El resultado

Espero que todos hayáis disfrutado pensando en la situación que os planteé en la primera parte y que hayáis decidido qué habríais hecho.

¿Cuál fue el resultado?

Ante todo, recordaréis que en la primera parte dije que la vida real no funciona como un ejercicio. Así que yo no tenía toda la información tan bien organizada como cuando os la presenté a vosotros. Tuve que reunirla a medida que resolvía el problema –con un tiempo limitado y una tormenta de nieve acercándose–.
Como seguramente habréis adivinado, aunque la opción a) (sacar los camiones) era posible en teoría, la descarté bastante rápido. Era la que tenía más posibilidades de resultar en un daño a los camiones, bien durante su traslado o por problemas derivados de las condiciones meteorológicas/ambientales. ¡Imaginaos lo que supone mover camiones históricos a toda prisa y mientras comienza una tormenta de nieve! ¿Qué posibilidades hay de que todo el mundo mantenga la calma y actúe adecuadamente? ¿Qué probabilidades hay de que alguien se ponga nervioso, soltando algo cuando no debiera o no viendo dónde pisa? Proteger a los objetos del peligro es solo un aspecto a considerar. Evitar accidentes, y especialmente aquellos que pueden suponer que alguien salga herido, es otro, y para mí más importante.

Inicialmente me incliné por la opción c) (esperar hasta el lunes). Después comprobé la página web del Deutsche Wetterdienst (DWD, servicio meteorológico alemán), el radar de precipitación y los datos meteorológicos del aeropuerto más cercano (que es nuestra referencia para el tiempo atmosférico local porque está a solo 4 kilómetros).

En el momento teníamos una humedad relativa de aproximadamente el 55% en el exterior, y una temperatura de aproximadamente -3 °C. El pronóstico meteorológico para el lunes predecía un aumento de la temperatura hasta los 2-5 °C con una probabilidad de lluvia del 85%. El radar de precipitación decía que el frente de nieve se estaba aproximando, pero probablemente llegaría algunas horas después del aviso dado para las 10 a. m.

Por tanto, pensé que tendría un pequeño margen de tiempo para la opción b) (abrir la puerta, situar la plataforma elevadora en el exterior, trabajar en el interior), porque el lunes tendría exactamente el mismo problema, pero con peores condiciones meteorológicas que las de hoy. El pronóstico meteorológico a largo plazo no me dio muchas esperanzas de que las condiciones fueran a mejorar en la siguiente semana. De hecho, los -3 °C/55% HR parecían ser las mejores condiciones en el futuro próximo.

hxdiagrammPara reconfirmar mi intuición, saqué mi leal diagrama hx de Mollier. Me dijo que con estas condiciones no alcanzaría el punto de rocío en la nave (recordad: 11 °C/42% HR). El aire primero se mezclaría, generando un aumento de la temperatura y un descenso de la humedad relativa antes de que la temperatura comenzara a descender. Y con todos los objetos bien climatizados a 11 °C, el riesgo de condensación parecía bajo (al contrario de lo que ocurrió hace algunos años, cuando algún chico listo decidió abrir las puertas para dejar que el “estupendo y templado aire primaveral” (18 °C/80%) entrara en la nave (11 °C/50%)).
Si el frente de nieve llegaba pronto, aún podríamos interrumpir el trabajo y cerrar la puerta en aproximadamente 10 minutos. Así que me decidí por la opción b) pero, francamente, no me sentí cómoda con esta solución y habría estado agradecida a cualquiera que hubiera propuesto una opción d).
Tuvimos suerte. El detector se cambió en una hora y el frente de nieve nos alcanzó tarde, a las 2 p. m. Recuperamos la calefacción en la nave con mucho cuidado (lo cual no fue un problema porque el sistema de calefacción es muy débil) y todo fue bien.

¿Por qué tengo todos los datos? ¿Esto ocurrió hace poco tiempo?

Quizá algunos de vosotros os habréis preguntado por qué tengo presentes todos los datos exactos, a pesar de que me encontré en esta situación hace bastante tiempo. Lo juro, ¡no tuve que inventármelos! Solo tuve que mirarlos.

Generalmente, cuando se dan situaciones problemáticas puedes hablar con expertos de tu museo o de la materia en cuestión para encontrar las mejores soluciones. Puedes tomar la decisión tú mismo una vez que has confirmado con colegas para comprobar que no se te ha pasado algo importante. O puedes presentar la cuestión a los responsables de dirección y dejar que ellos tomen las decisiones. Sea cual sea tu enfoque, puedes decir que hiciste lo que hiciste a tu leal saber. Después, hay situaciones como esta en las que te encuentras abandonado a tu suerte. Tienes que decidir partiendo de los datos limitados que tienes, tu experiencia y tu instinto.

En estos casos es importante reconfirmar posteriormente. Sin duda, si algo va mal sabes que tu decisión fue equivocada y lo harás mejor en la siguiente ocasión. Pero si todo sale bien nunca estarás del todo seguro de si fue así porque tu decisión fue la correcta o simplemente porque tuviste muchísima suerte. Esto lleva, a lo peor, a hacer lo mismo la siguiente vez pero con mucha menos suerte.

Así que después del incidente escribí a muchos colegas haciéndoles la pregunta que os hice a vosotros: “¿Qué habrías decidido tú?” Fue muy interesante leer sus respuestas. En general aprobaron mi actuación. Algunos preguntaron si no había sido posible asumir el riesgo de tener solo un detector de incendios activo, ya que siendo infrarrojo seguro que reaccionaría si hubiera un fuego, incluso si este estuviera en la otra parte de la nave. No asumí ese riesgo por varias razones:

  1. Los dos detectores infrarrojos fueron instalados exactamente al mismo tiempo. Si la avería se debía a un problema de fabricación, quizá el segundo detector tampoco era totalmente fiable.
  2. En caso de incendio no estaba segura de cómo habría reaccionado la aseguradora ante el hecho de que uno de los dos detectores de incendios no hubiera estado activado.
  3. Mi principal preocupación era esta: ¿y si un pequeño fuego ardiera durante algún tiempo en la zona donde se encontraba el detector estropeado sin que el otro detector lo advirtiera? El fuego podría cobrar fuerza y cuando el otro detector finalmente entrara en acción habríamos perdido un tiempo precioso para que los bomberos pudieran reaccionar. La nave era de piedra, de modo que la estructura no era la preocupación más importante. Pero imaginad la cantidad de humo graso, probablemente tóxico, producido por la madera oleosa, los camiones y los trenes ardiendo, el aire contaminado y su efecto en todos los objetos de la nave. Y, al menos entre colegas de museos de tecnología, las imágenes de lo que quedó de la casa de máquinas circular del Museo del Transporte de Núremberg están aún presentes: http://en.wikipedia.org/wiki/Nuremberg_Transport_Museum#Damage_following_the_fire_of_17_October_2005

Algunos colegas tuvieron otras ideas, como formar una patrulla de vigilancia durante el fin de semana con voluntarios reclutados entre el personal y esperar y ver si el tiempo sería realmente tan malo el lunes, una idea que sin duda tendré en mente para situaciones futuras.

Cuando me dispuse a escribir esta historia solo tuve que buscar en mi archivo de correos electrónicos del año en que ocurrió el incidente usando la palabra clave “trilema”, y ahí pude releer todos los datos y algunos hechos más que ya había olvidado, junto con todas las sugerencias que recibí de colegas de registros y responsables de colecciones.

Conclusión

Mirando atrás, hubo mucho que aprender de este incidente:

  • Al planificar un almacén, tened en cuenta cómo se puede realizar el mantenimiento de los dispositivos de seguridad sin poner en riesgo los objetos.
  • Guardad todos los registros de incidentes pasados; nunca sabes cuándo los necesitarás.
  • La ley de Murphy continúa vigente.

Espero que hayáis disfrutado con esta escena del crimen de la vida real de un responsable de colecciones, y si alguna vez os apetece compartir una de vuestras historias estaremos encantados de publicarla en Registrar Trek.

Saludos,

Angela

Traducción al español desde el inglés: Lucía Villarreal