Hay quien dice que la gente de los museos es una cazadora-recolectora natural. Si bien esto puede ser cierto, también lo es que los museos siempre carecen de espacio de almacenamiento. Esto es algo especialmente difícil para el Gestor de Colecciones: mientras que su lado ahorrador quiere guardar todo, por si lo necesitara algún día en el futuro; su parte logística le dice que no puede guardar todo, porque pronto se quedaría sin espacio.
Un problema común son las cajas especialmente construidas. Están hechas para un propósito especial, como, por ejemplo, dejar que un determinado objeto o conjunto de objetos viajen a un lugar lejano, y obstruyen el espacio cuando acaba su misión. Son demasiado voluminosas o no aptas para el almacenamiento a largo plazo y no importa cuánto te esfuerces, parece que nunca hay una solicitud de viaje para un objeto de exactamente esas dimensiones…
Hay muchas cosas que se pueden hacer con las cajas usadas. Ofrecerlas a otros museos es una muy buena, por ejemplo. Y aquí hay otra que es muy cómoda: un banco hecho de una caja especialmente construida para un par de maquetas de barcos.
Traducción al español desde el inglés: Laura García Oliva
We’re big fans of reusing gallery furniture for improvements elsewhere on the campus. We try and reuse as much material as possible.
“If it’s free, it’s for me” like my Mom used to say!
Just reading Sarah Sutton’s new book on sustainability in museums and thought… Wouldn’t it be great if a museum actually made gallery furniture out of crates like this? They could rotate them in and out of public areas as the crates are needed.
That would be awesome, Janice!
I remember “my” museum reused the exhibit architecture of an exhibition on genetics for the next exhibition about coffee in 1999. It involved a lot of carpentry and paint jobs but was awesome. Of course it doesn’t save that much money because you need creativity and manpower, but it sure saved natural resources!