El registrador: Una extraña raza de animal en peligro rara vez vista

Recientemente leí un email de Alana Cole-Faber, Registradora del Hawaiian Mission Houses de Honolulú, Hawaii, EEUU. El contexto no importa aquí, pero sus palabras fueron:

“…quienes estamos, literalmente, aislados. Como si estuviéramos en islas, en medio de océanos, donde los Registradores son una extraña raza de animal en peligro rara vez vista”.

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Un registrador en su hábitat natural: el cuidado de las colecciones. Gracias a Matt Leininger por esta imagen.

Estuve pensando una y otra vez acerca de esas palabras. Alana trabaja en una isla, y sus palabras resultan especialmente ciertas para su situación, pero encuentro en ellas una brillante descripción de nuestros trabajos como registradores, gerentes de colecciones o curadores de colecciones en general.

Algunas veces, cuando voy por los pasillos de nuestros almacenes externos, buscando un artefacto que debe salir en préstamo y que está señalado en la base de datos como “ubicación desconocida”, me parece escuchar muy de cerca la voz de Sir David Attenborough: “El registrador se cuela a través de la jungla de objetos en busca de su presa. Un poco más adelante, un artefacto se halla junto con otros, sin sospechar nada. La registradora se acerca. Ella mira, chequea el registro y con un arrebato preciso y decidido agarra el artefacto”.

Un vistazo a las cifras

Pero, bromas aparte, ¿no es realmente el registrador un animal rara vez visto? La mayor parte de nuestro trabajo es hecha tras bastidores. Tanto es así, que estamos fuera de la vista y a veces fuera de la conciencia de nuestros colegas. Recientemente desarrollé una encuesta no representativa a través de LinkedIn1 , para determinados grupos relacionados con nuestro campo profesional, para ver si la configuración de mi experiencia personal de trabajo era correcta. La pregunta era: “¿Cómo registrador, ¿cuál es la organización normal de su trabajo (más del 50% de su tiempo de trabajo promedio)? Miren lo que obtuve:

230213 IN SPANISH 
Afortunadamente los lobos solitarios, que tienen que rastrear sus territorios y sin nadie a su alcance, no son la mayoría. Pero, para ilustrar la idea, los registradores no forman grupos. El trabajo del registrador tiene que ser hecho solitariamente en un 71%.

El ermitaño en el área de almacenamiento

Registrars often work concentrated behind the scenes.Thanks to Lisa Verwys for the picture.

Los registradores frecuentemente trabajan concentradamente tras bastidores. Gracias a Lisa Verwys por la foto.

¿Qué se siente al trabajar solo? Me gustaría citar un comentario2 hecho por Antony Aristovoulou, que arroja luz sobre esto: “Yo raramente recibía inspecciones o señales de interés de parte de quienes me supervisaban, y eso devino en un trabajo muy solitario. Los artefactos se convirtieron en mis amigos”.

Nadie podrá negar lo grandioso que resulta estar de vez en cuando solo en el área de almacenamiento. Trabajar en solitario como registrador tiene una gran libertad, que poca gente puede permitirse hoy día. Dependiendo de la arquitectura y la infraestructura del almacén, esto incluso puede significar estar sin internet y sin señal para el teléfono móvil. Separado del resto del mundo, en una isla solitaria.

¿Cuáles son las consecuencias de esto? Bueno, hay ciertos peligros. Primeramente, el peligro físico. Tiene que haber un claro concepto de seguridad para quien trabaja solo. Generalmente, el que se ve en la necesidad de trabajar solo debería siempre tener la posibilidad de pedir ayuda y asistencia. Esto debe ser claramente tenido en cuenta, en el caso de que el / la registrador(a) se encuentre en una situación en la que no pueda hacer una llamada telefónica de auxilio. Maneras posibles: llamadas telefónicas de rutina para chequear que todo ande bien. Él / ella deberá portar siempre consigo un teléfono móvil (cuando haya recepción de señal). Un procedimiento de chequeo que asegure que él / ella no quede encerrado(a) en el área de almacenamiento. Rondas de inspección adicionales por parte del guardia de seguridad. Todo esto debe organizarse antes de que alguno comience su jornada de trabajo en solitario.

Pero existen otros peligros menos obvios al trabajar en solitario. Son altas las posibilidades de que nadie se percate de que alguien está solo en el área de almacenamiento a la hora de salir a almorzar. Mucha de la información importante en las instituciones frecuentemente se transmite durante el receso para el café. La gente que no recibe intercambios de información con sus colegas, o que no tiene la posibilidad de ello, tiende a ser solitaria. La misión del / de la registrador(a) es evitar quedar asilado, y formar parte de la comunidad de su museo. Pero asimismo es misión de sus colegas no olvidarse de quienes trabajan en el área de almacenamiento. Por último, y no menos importante, es la labor de quienes son responsables de la organización del flujo de trabajo en el museo, de modo que creen las posibilidades de intercambio e interacción entre los miembros de sus equipos. Esta podría ser la única manera de que el registrador deje de ser el “extraño animal del almacén”, y se afiance como colega. Okey, esto lo convierte en “el colega del trabajo extraño”; o mejor aun: en el colega.

El que echa a perder la diversión

Giving clear directions of what to do and what not is part of the job.Thanks to Zinnia Willits for the picture.

Dar claras instrucciones sobre qué hacer y qué no hacer  es parte del trabajo. Gracias a Zinnia Willits por esta foto.

Las cifras muestran por qué muchos registradores se sienten aislados, incluso cuando forman parte de un equipo. Esto tiene mucho que ver con el trabajo que el registrador debe ejercer. Él / ella tiene que velar por el bienestar de los objetos de la colección. Eso incluye decir frecuentemente “no” cuando se trata de préstamos o eventos dentro del propio museo. Si el jefe de la institución quiere hacer una gran fiesta en las salas, el registrador tiene que defender su posición y exigir que no se incluyan comidas ni bebidas. Si el equipo de mercadeo desea traer grupos de colegiales para que vean un autobús escolar antiguo, el registrador muy probablemente tendrá que decir que eso no es posible. Si una institución amiga quiere solicitar en préstamo una bandera y planea izarla en la entrada de la exposición sin protección alguna, él / ella solo puede menear su cabeza hacia ambos lados. Él / ella actúa como abogado de los objetos, quienes no pueden hablar por sí mismos. En el papel, todos los miembros del personal son registradores, aunque el registrador no es la cabeza de la institución; con frecuencia, él / ella ni siquiera es el / la jefe del departamento. Esto significa que aunque la responsabilidad yace en su escritorio, la decisión que él / ella tome puede no ser la definitiva. Esto contribuye a elevar el sentido de aislamiento.

Para los miembros del equipo, resulta a la inversa. Los curadores tienen grandes ideas para las exposiciones por venir. Los diseñadores las tienen acerca de cómo mostrar los objetos. La gente de mercadeo piensa intensamente en cómo atraer visitantes. Y entonces llega el registrador y dice “no” a esas ideas. Claro, para ellos es evidente que los registradores son animales extraños. ¡Ellos son quienes echan a perder la diversión! Pero la triste verdad dice: ese es su trabajo. Si el registrador tiene suerte, también puede haber conservadores dentro del equipo que respaldan su opinión. De otro modo, solo pueden limitarse a señalar las políticas y estándares (lo cual es más bien fastidioso para el resto del equipo) o presentar casos en los que se cometieron errores porque nadie escuchó al registrador (lo cual es más entretenido, pero no necesariamente más convincente). Al final, el registrador no puede hacer más que dar su opinión y documentar todo el proceso de toma de decisiones para salvaguardar su terreno.

¿Una especie en peligro?

High-quality work is important - and needs enough time and money. Thanks to Sharon Steckline for the picture.

El trabajo de alta calidad es importante -y requiere suficiente tiempo y dinero. Gracias a Sharon Steckline por la foto.

Entonces, ¿es el Registrador una especie en peligro? Bueno, el registrador puede que no esté más en peligro que lo que está cualquier otro profesional del museo hoy día. Cuando el dinero aprieta, las instituciones culturales son las primeras en ser miradas con el ceño fruncido de las autoridades. Pero por lo que he podido ver, eso no está limitado a la gerencia de las colecciones. Los políticos tienden a preguntar si tal o cual museo puede funcionar con poca gente, o si ésta es absolutamente necesaria. De hecho, varias instituciones fuera de los EEUU acaban de darse cuenta recientemente de que los registradores son convenientes, y crearon más empleos en esa área. Pero eso es apenas una parte de la historia.

Otro aspecto radica en si la calidad de nuestro trabajo está realmente en peligro. Cuando el dinero aprieta, resultan difíciles las decisiones sobre las áreas donde éste ha de invertirse. Y frecuentemente, la rueda que chirría obtiene su grasa. Los registradores, que están entrenados para actuar de la manera más discreta posible en su ramo, a menudo son los menos escuchados en sus solicitudes de materiales de archivo y recursos humanos. Pero, de nuevo, eso es solo una parte de la historia.

En muchos museos pequeños el dinero es tan escaso que la decisión a tomar no es entre adquirir cajas de archivo para las colecciones o publicidad en el periódico, sino entre decidir si reparar el techo o hacer una exposición. En casos como estos, los recursos humanos son el gran tema a discutir3, en el Grupo “Collection Management” de Linkedin, un abrumador 50% respondió “Asuntos del personal”, por delante de “Fondos para climatización, seguridad, etc.” (16%), “Fondos para materiales de embalaje, bastidores, etc.” (12%), “Donaciones” (10%) y “Préstamos” (9%). El hilo de la discusión resultó interesante, destacándose lo referido al manejo de las colecciones. Puede verse esto en http://www.linkedin.com/groupItem?view=&gid=3280471&type=member&item=175582165&qid=4a59729e-7bf2-4bb6-8b6b-e2883014a660&trk=group_search_item_list-0-b-ttl]

En esto, el puesto puede denominarse “registrador”, pero abarca mucho más. Él / ella bien puede ser también guía de visitantes, gerente de reclamos, asistente de la tienda, cajero y curador, todo en una misma persona. Esto significa frecuentemente que esa persona no puede invertir tanto tiempo como sería necesario en el manejo y control de las colecciones.

Otros museos deciden que no pueden permitirse un Registrador dentro de su personal estable. Ellos contratan registradores independientes cuando los necesitan con urgencia. Esta es una buena idea cuando se trata de planificar nuevas áreas de almacenaje, recibir asesorías acerca de cómo el registro debe organizarse, tener objetos en exposiciones temporales en manos seguras4 o de hacer un inventario a una determinada colección. Sin embargo, si una institución posee una colección que sobrepasa una cierta cantidad de objetos (no es fácil dibujar una clara línea aquí, eso depende tanto del ámbito de la colección como de cuánto de ésta es “utilizado” por la institución), el manejo de las colecciones deviene en un trabajo de tiempo completo. La idea de dejar que un registrador haga un inventario de la colección, y luego tener a “alguien que vaya haciendo sus funciones regulares” o que “todo el personal cuide de la colección” realmente no funciona.

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La calidad en el trabajo del museo es siempre un esfuerzo conjunto. El trabajo en equipo es la clave. Imagen enviada por Matt Leininger.

Un Registrador es más que una base de datos humana. Si ud. tiene todos los objetos de la colección rigurosamente vaciados en su base de datos (¡nombre un museo que los tenga!), eso no significa que siempre estará así. Mantener el seguimiento de los objetos implica un permanente esfuerzo. Y tener todo correctamente en la base de datos también lo es. Usted puede tener a todos los miembros de su personal bajo el juramento de que siempre documentarán en la base de datos cada movimiento de los objetos; aún así, ¡ud. tendrá a la Bendita Entropía desordenando todo en el área de almacenamiento! Un buen registrador siempre tendrá un ojo sobre eso. Pero es más que eso. Tal como en toda biblioteca, algunos objetos se “pierden” por haber sido colocados en el lugar de almacenaje equivocado. Un / una registrador(a) que esté familiarizado(a) con su colección tendrá siempre una idea de dónde buscarlo –basándose en su experiencia y en su conocimiento de quién manipuló ese objeto la última vez. No olviden que usualmente no contratan solamente a un registrador –¡uds. contratan a un cerebro de elefante! En última instancia, incluso un registrador que haya estado a cargo de una colección durante largo tiempo puede de algún modo fusionarse con su colección y su almacén. Él / ella desarrolla algo como un sexto sentido para aquello que está errado: un inusual incremento de la humedad antes de que alguien chequeara el higrómetro, un objeto que luce distinto a como solía hacerlo, esa voz que le dice al registrador que se dé una vuelta por los almacenes externos luego de que alguien haya salido de allí… Es algo que se desarrolla con el tiempo. Eso no se puede obtener con contratos de pocos meses o de un año.

Conclusión

Como hemos visto, el Registrador es de hecho un animal raramente visto. Se requiere de un esfuerzo conjunto para no dejar que se convierta en un animal en peligro de extinción:

  • Como individuo: todo aquél que trabaja en un museo debe cuidar de que el registrador esté seguro mientras se encuentre trabajando en solitario, y que no quede aislado del resto de la comunidad del museo.
  • Como profesional: todos los colegas necesitan entender cuál es el trabajo del registrador. No se trata de que él / ella quiera arruinar la diversión, su trabajo es proteger los objetos para que otros también los puedan disfrutar en el futuro.
  • Como museo: las autoridades deberían pensar en profundidad acerca del valor del manejo profesional de las colecciones. Es sabido desde antaño que la conservación preventiva y almacenamiento profesional ahorran costos a largo plazo.
  • Como sociedad: los políticos, las comunidades y los contribuyentes en general deberían pensar acerca del valor de los museos y sus colecciones. Todos sabemos que un ser humano que pierde su historia se pierde a sí mismo. Ocurre lo mismo con la sociedad que pierde su historia. Preservar nuestro patrimonio no es solo un asunto de costos, es un alto valor para la sociedad.

Es solo mi granito de arena en este asunto. Ahora, tengo que irme, necesito rastrear mi territorio, creo que vi algunos objetos sin documentar más abajo en el pasillo…

Angela Kipp

  1. Asociación de Registradores y Especialistas de Colecciones, Gerentes de Colecciones y Preservación y Cuidado de Colecciones. Fechas de recolección de datos; desde el 27 de enero hasta el 23 de febrero de 2013
  2.  Comentario hecho en referencia al estudio publicado en el Grupo de www.Linkedin.com de la Asociación de Registradores y Especialistas de Colecciones.  www.LinkedIn.com
  3.   Cuando realicé la consulta en el “Calling all museum staff responsible for collection management and registration! What are the main issues in your job?“ [“¡Llamado al personal de museos responsable del control de las colecciones y el registro! ¿Cuál es el aspecto más importante en sus trabajos?”
  4.  Recomiendo encarecidamente tener a un Registrador en el equipo de exposiciones cuando se lleva a cabo una que incluye una cierta cantidad de objetos. Véase mi artículo “5 sugerencias para tratar con registradores”, en http://world.museumsprojekte.de/?p=24
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5 thoughts on “El registrador: Una extraña raza de animal en peligro rara vez vista”

  1. Thank you very much for the well-reasoned and well-expressed article. You have hit the proverbial nail on the head – articulating the very things that I and our Archivist try to express nearly every day. I hope you do not mind that I am sharing this article with my department head and other colleagues.

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    Deutsch:

    Danke für den durchdachten und gut ausgedrückten Artikel. Du hast den sprichwörtlichen Nagel auf den Kopf getroffen – das deutlich auszusprechen, was ich und unsere Archivarin fast jeden Tag versuchen, auszudrücken. Ich hoffe, dass es Dich nicht stört, wenn ich diesen Artikel mit meinem Abteilungsleiter und anderen Kollegen teile.

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    Español:

    Muchas gracias por este bien razonado y bien expresado artículo. Has dado proverbialmente en el clavo, articulando esas mismas cosas que nuestros Archivistas y yo tratamos de expresar cada día. Espero que no te importe que yo comparta este artículo con mi jefe de departamento y con otros colegas.

    1. Hi Sharon,

      feel free to share it with whoever you like, I’m always glad if something I wrote is useful to somebody 🙂

      Best,
      Angela

      ________________________________

      Deutsch:

      Hallo Sharon,

      Du kannst diesen Artikel selbstverständlich mit jedem teilen. Ich bin immer froh, wenn man etwas, das ich geschrieben habe, brauchen kann.

      Beste Grüße
      Angela

      ______________________________

      Español:
      Hola Sharon:

      Siéntete libre de compartir esto con quien te plazca, que yo siempre estaré feliz si algo que yo escriba resulta útil para alguien 🙂

      Saludos,
      Angela

  2. Registrars who say “NO” are destined to be isolated. Registrars who say “How can I help you achieve what you want” will always be accepted as part of the team.

    Registrare, die “NEIN” sagen, sind dazu bestimmt isoliert zu werden. Registrare, die sagen “Wie kann ich Dir dabei helfen, dass Du erreichst, was Du willst” werden immer als Teil des Teams akzeptiert werden.

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    Español:

    Los registradores que dicen “NO” están destinados a permanecer aislados. Los registradores que dicen “¿Cómo puedo ayudar a conseguir lo que quieres?” siempre serán aceptados como parte del equipo.

    1. Thanks for the comment, Paul.
      There’s a YES and a NO to this.

      YES, “how can I help you achieve you what you want” is generally the first thing to ask. And indeed, I know hardly any registrar who doesn’t in the first place. Take as proof many discussions on field related mailing lists of registrars where the question is how to find a compromise that is good user/visitor experience but still safe for the artifacts.

      But

      NO, this can’t include foul compromises. The problem is that often our voice is not heard or not taken serious. We say: we can’t allow food and drinks in the galleries, we suggest making the party in the lobby and have a guard at the entrance to the galleries who safeguards that no food is taken there. We hear: No, our guests will behave and it will be good user experience to eat popcorn and drink coke while looking at the artworks. After the event, who has to record the damages? Who has to suggest conservation measurements because there is popcorn trampled into the historic carpet or someone spilled his coke over the sculpture (leaving BTW a not to restore damage)? Right, the registrar. And who is turned down when asking for money to pay for the conservation and for the pest management needed? Right, the registrar.

      So we have kind of a catch 22 situation here: either we say no at the beginning and our voice isn’t heard because that’s bad teamwork. Or we suggest how to make it safe and are ignored because one thinks it’s too expensive/complicated what we suggest. Or we say yes to each and everything. The outcome is always the same: we have to care for the issues and damages all the same.

      Regarding teamwork: there are good teams and bad teams. Some respect their registrar and his job, some don’t. So it’s neither always like I stated it here, nor is he always accepted as part of the team. It always depends on many factors and our problem is that the job we have to perform is the one few other museum professionals will back up. Well, they will back up it verbally in Sunday speeches but not in their daily actions.


      ______________________________

      Deutsch:

      Danke für die Anmerkung, Paul.
      Dazu kann man JA und NEIN sagen.

      JA, “wie kann ich Dir dabei helfen, das zu ermöglichen, was Du erreichen willst” ist natürlich die erste Frage, die man stellen sollte. Und tatsächlich kenne ich kaum einen Registrar, der das nicht tut. Als Beweis mögen zahlreiche Diskussionen in einschlägigen Mailinglisten von Registraren dienen, in denen oft die Frage gestellt wird, wie man einen Kompromiss finden kann, der immer noch den Besuchern eine gute Erfahrung vermittelt und trotzdem für die Objekte sicher ist.

      Aber

      NEIN, das darf keine faulen Kompromisse einschließen. Das Problem ist, dass unsere Stimme oft nicht gehört wird oder nicht ernst genommen wird. Wir sagen: wir können nicht erlauben, dass im Ausstellungsraum gegessen und getrunken wird. Wir schlagen vor, dass die Party in der Lobby stattfindet und eine Aufsicht am Zugang zu den Ausstellungsräumen aufpasst, dass niemand Essen und Trinken mit hinein nimmt. Wir bekommen zu hören: nein, nein, unsere Gäste wissen sich zu benehmen und es wird eine großartige Erfahrung für die Besucher sein, wenn sie Popcorn und Cola konsumieren können, während sie sich die Ausstellung ansehen. Wer muss nach dem Event die Schäden aufnehmen? Wer muss Restaurierungsmaßnahmen vorschlagen, weil Popcorn in den historischen Teppich getrampelt wurde oder jemand Cola über die Statue gekippt hat (ein im Übrigen nicht rückgängig zu machender Prozess)? Richtig, der Registrar. Und wessen Antrag auf mehr Geld für Restaurierungsmaßnahmen und erforderlich gewordene Schädlingsbekämpfung wird wieder abgeschmettert? Richtig, der des Registrars.

      Wir haben hier einen X-Haken wie in Catch 22: Entweder wir sagen am Anfang „nein“ und man übergeht uns, weil das schlechtes Teamwork ist. Oder wir haben einen Alternativvorschlag, der für die Exponate sicher ist, dann wird er ignoriert, weil er zu teuer oder zu kompliziert ist. Oder wir sagen zu allem ja und Amen. Das Ergebnis ist immer das gleiche: wir müssen uns so oder so um die Probleme und Schäden kümmern.

      Was das Teamwork betrifft: es gibt gute Teams und schlechte Teams. Manche respektieren den Registrar und seine Aufgabe, andere nicht. Weder ist es immer so, wie ich es gerade beschrieben habe, noch wird der Registrar immer als Teil des Teams akzeptiert. Das hängt immer von unterschiedlichen Faktoren ab und das Problem liegt darin, dass der Job, den wir zu machen haben, von wenigen anderen Museumsleuten unterstützt wird. Naja, in Sonntagsreden wird unsere Position gerne unterstützt, aber nicht in der tagtäglichen Arbeit.

      ______________________________

      Español:

      Gracias, Paul, por tu comentario.
      Hay un SÍ y un NO involucrados.

      SÍ, “¿Cómo puedo ayudarte para que logres lo que quieres?” es generalmente la primera cosa a preguntar. Difícilmente conozco a algún registrador que no ponga eso en primer lugar. Toma como evidencia muchas discusiones al respecto, referidas en las listas de correo web de registradores, donde la pregunta es ¿Cómo lograr que el usuario/visitante tenga una buena experiencia, que sea a la vez segura para los objetos?

      Pero

      NO, no se puede permitir que se violen los compromisos adquiridos. El problema es que frecuentemente nuestra voz no es escuchada ni tomada en serio. Decimos: no podemos permitir comidas y bebidas en las salas, y sugerimos hacer la fiesta en el lobby poniendo guardias a la entrada de las salas que cuiden que no se consuman alimentos allí. Escuchamos: No, nuestros invitados se comportarán y serán buenos visitantes y no van a entrar comiendo palomitas de maíz y Coca-Cola mientras observan las obras de arte. Y luego del evento, ¿quién ha de registrar los daños? ¿Quién ha de sugerir que se tomen medidas de conservación porque hay palomitas de maíz pisoteadas sobre la alfombra histórica, o porque alguien derramó su Coca-Cola sobre una escultura (dejando, por cierto, un daño sin reparar)? Correcto, el registrador. ¿Y a quién se rechaza cuando se trata de solicitar dinero para pagar una restauración o para el control de insectos? Correcto, al registrador.

      Así que, o decimos no desde el principio y que nuestra voz no sea escuchada porque atenta contra el trabajo en equipo, o sugerimos cómo hacerlo de manera segura, pero para ser ignorados, porque alguno piensa que es demasiado costoso/complicado eso que se sugiere. O decimos sí a todo. El resultado es siempre el mismo: tenemos que cuidar por los bienes y por los daños.

      En relación con el equipo de trabajo, hay buenos equipos y malos equipos. Algunos respetan a sus registradores y su trabajo, otros no. Así que ni es siempre como lo he dicho acá, ni se es siempre aceptado como parte del equipo. Siempre depende de muchos factores, y el problema es que el trabajo que tenemos que ejercer es uno al que pocos colegas del museo querrán respaldar. O bien lo respaldarán verbalmente en un discurso de domingo, pero no en sus acciones diarias.

      Gracias por el comentario, Paul.
      Por ello, no se puede decir simplemente sí y no.

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